El índice glucémico de un alimento se podría expresar como el subidón de azúcar en la sangre.
Se mide en función al tiempo de respuesta en nuestro organismo, así que un índice glucémico que forma (pensado en una gráfica) un “pico” elevado y corto EN POCO TIEMPO (la línea roja del ejemplo) quiere decir que, en menos de una hora, eso es absorbido por el intestino y entra en la sangre.
Una curva glucémica baja en cambio, se hace a lo largo de mucho más tiempo dando una energía menos puntual o agresiva y es de más larga duración. (La línea azul)
Por explicarlo gráficamente, a un ciclista antes de subir una montaña, le convienen los alimentos con un IG índice glucémico alto y come barras energéticas con miel, plátanos con melaza y chocolate que le producirán una alta y rápida descarga de azúcar en la sangre, misma que va a quemar en el esfuerzo sobrehumano del ascenso.
Por el contrario un diabético tiene que huir de esas situaciones y de los alimentos que le producirían una hiperglucemia gravísima (subida de glucosa en sangre) y preferir siempre alimentos de IG índice glucémico bajo o de “curva baja” que le darán energía durante toda la mañana pero sin picos peligrosos.
Pensando en alguien que no hace ejercicio y que no padece diabetes, la recomendación es buscar los alimentos con IG medio o bajo. Ese es el secreto para no subir de peso. Como ya mencioné que los de IG alto son los azucarados o harinosos y nos proporcionan energía rápida, hacen que se libere la insulina que nosotros llamamos “la hormona de guardar o construir”. Al ser liberada sin haber hecho ejercicio lo que ocasiona es que se acumule como depósitos de grasa para reserva, es así como le vamos “llenando” a las llantitas incómodas o la protuberancia del vientre.
Esta tabla debe servir de referencia ya que no podríamos estar en 0, ni siquiera en 5 y solo los alimentos de la lista de índice IG elevado pueden ser utilizados en casos de una hipoglucemia, salvo que las cantidades utilizadas sean bajas y controladas.
Otro gran secreto es el consumo de fibra que mantiene estable el IG y da saciedad por más horas, también nos ayuda a la buena digestión y eliminación.
Las verduras en ensalada deben ser de consumo básico diario mínimo una o dos tazas en la comida usando aderezos caseros.
Es importante el consumo de proteína de buena calidad, ya que también matiene estable el IG, en Trofología las carnes o leguminosas que son fuente de proteína, sólo se combinan con verdura cocida ya sea en sopa (excepto papa) o en ensalada cruda para obtener una buena digestión evitando la putrefacción dentro de nosotros que genera gases con mal olor.
Los jugos de verduras hechos en extractor logran remineralizar y nutrir directo a la célula, es importante molerlos con un puñado de hojas como espinacas, acelga, kale o col (crudas) que además de alcalinizar a nuestro organismo aportando oxígeno y sirviendo de antioxidante, ayuda a quitar antojos, dar mucha energía y a mantener la saciedad. El secreto de estos jugos naturales sobre todo con las combinaciones de la Trofología es que “drenan o barren” con las toxinas que en ciertos casos se guardan en una capa de grasa generando sobre peso u obesidad, así que este es otro secreto para no engordar o bajar los kilos de más.
Un detalle muy importante que nunca debemos perder de vista, es que todos los alimentos “desnaturalizados” que son alterados o industrializados, procesados de cómo la naturaleza los provee, como son los refinados (pan planco, azúcar blanca, sal, etc) enlatados, fritos, caramelizados, capeados, embutidos, embotellados, que están cargados de colorantes y saborizantes artificiales, potenciadores de sabor (exito-toxinas, Glutamato monosódico), conservadores cancerígenos (Benzoato de sodio) nitratos, nitritos azúcares artificiales (Dextrosa, maltosa, Jarabe de maíz de alta fructuosa, Aspartame, etc.), entre otros, son peligrosos para nuestra salud, ya que nos hacen “oxidarnos” esto es igual a intoxicarnos y envegecer debido a la provocada desmineralización innecesaria, la recomendación es que aunque sean alimentos de bajo IG pero sean desnaturalizados, no hay que consumirlos con regularidad o de preferencia eliminarlos de nuestra dieta, la realidad es que los alimentos más sanos para el ser humano son los que nos da la tierra sin procesos, como son: frutas, verduras, semillas, oleaginosas como las nueces naturales, cereales enteros como arroz integral, leguminosas como las lentejas cocidas en casa y aceites naturales sin quemar o cocinar excepto el de coco que si resiste la temperatura sin oxidarse.
Así que ya no tienes pretexto para no cuidarte este en las celebraciones de este fin de año.
¡Por cierto! Si vas a beber procura que sea vino no afrutado y nunca bebidas combinadas con refrescos o gaseosas, no olvides beber agua entre copa y copa para no deshidratarte.